La economía de San Rafael siempre se ha basado en la agricultura, para lo cual la construcción de la estación San Rafael en 1874 fue fundamental, ya que permitió el traslado y comercialización de cereales (trigo y posteriormente arroz), hortalizas, maderas y animales. En 1995 San Rafael se separó de Pelarco y se fundó como comuna, a partir de lo cual se generó un auge comercial y un sostenido crecimiento demográfico del pueblo, pasando a tener más población que el propio Pelarco. En el último tiempo sus principales productos han sido vinos y avellanas.
Don Waldo Martínez es oriundo de San Rafael y desde muy chico su vida estuvo ligada a los ferrocarriles. Luego de asistir a la escuela, iba todos los días a la estación y es así como aprendió a conocer su funcionamiento y a realizar todas las labores ferroviarias, hasta que en 1972 cuando estaba por finalizar el servicio militar, fue contratado como Jefe de Estación, labor que cumplió durante 36 años hasta jubilarse en 2008. Se siente muy agradecido al respecto y señala que ferrocarriles le dio todo. En la estación conoció a su señora, ahí nacieron sus dos hijas y ahí también posteriormente murió su señora. Escuchar sus historias es como abrir un libro, las hay de todo tipo, algunas alegres y otras más tristes. Así por ejemplo, cuenta que muchas veces tuvo que ir a recoger restos de animales o personas que eran atropelladas por el tren y que debía ser muy cuidadoso cuando reportaba estas situaciones a sus familiares y los carabineros. Por el contrario, recuerda con alegría que los trenes llevaban de todo, desde el diario hasta pollitos u otros animales con los que había que ser cuidadoso para no pasarlos a llevar, y que en su interior se vendía y tomaba malta y pilsen. En los tiempos de auge del tren vendía alrededor de 300 boletos diarios y trabajaban en la estación 4 funcionarios: el Jefe de Estación, el Movilizador diurno, el nocturno y el Guardia de seguridad.
El tren dejó de detenerse en San Rafael en 1986 y fue Don Waldo quien vendió el último boleto, el cual aún conserva. En 2017 la estación fue declarada monumento histórico de la región del Maule. Al momento de la visita, ya no había detención pero seguían pasando trenes de carga y de pasajeros. El edificio aún estaba en pie y en su interior continuaba viviendo Don Waldo. A un costado de éste se encontraba la cabina de movilización, la cual aún albergaba palancas de señales y un visor de estaciones en su interior. En el futuro, a Don Waldo le gustaría que el Metrotren que llega a San Fernando extienda su recorrido hasta San Rafael.