- Región: Maule
- Comuna: San Rafael
- 4.960 Hab.
- Habitable
- Uso de la Estación: Habitacional
- Vía principal: Operativa
- Vía secundaria: Operativa
Putagán es una pequeña localidad que se ubica en la comuna de Villa Alegre y que está rodeada por los ríos Putagán, Quilipín y Batuco. Tal vez debido a esta situación geográfica, su nombre en mapudungun quiere decir “pantanos de manantiales”. La estación Putagán fue construida a fines del siglo XIX para permitir la unión del Ferrocarril Talcahuano – Chillán y Angol con el de Santiago – Curicó.
Juan José Cárdenas Muñoz fue el último Movilizador o Jefe de Estación, que era el nombre antiguo que se le otorgaba a este cargo. Junto a su esposa Mirta Verónica Jarpa San Martín, fueron trasladados a Putagan el año 2000, pero antes de esto, vivieron y trabajaron en muchas otras estaciones de la Red Sur. Cuando recién se casaron estuvieron en Cocule, luego en Caracol donde tuvieron dos hijos, después en Buenuraqui, de la cual pidieron ser trasladados porque no había luz ni agua. Les asignaron Santa Clara y posteriormente Rapaco en las cercanías de la empresa IANSA. Como ahí tenían más tiempo, también se dedicaron a la agricultura y la ganadería. Después fueron a Temuco donde tuvieron que vivir en la casa de su suegra porque la estación no contaba con casa para los funcionarios. Luego de un tiempo les asignaron Camarico donde recuerda que la cabina se manejaba con una palanca que era muy dura y difícil de maniobrar. Ahí estuvieron por dos años, para finalmente ser trasladados a Putagán. Hasta antes del terremoto de 2010 vivieron en la casa del Jefe de Estación, la cual era de dos pisos y tenía tres amplios dormitorios y un baño en el segundo, y el living comedor, la cocina y otro baño, en el primero. Una pared se cayó a causa del terremoto y la casa quedó inhabitable. En sus relatos cuentan sobre la alegría que les entregaba la presencia y el movimiento de los trenes, así como la nostalgia que les producía tener que abandonar las estaciones. Al igual que muchos funcionarios ferroviarios, formaron e hicieron su vida en torno a las estaciones, por lo que éstas no sólo significan un lugar de trabajo, sino que hogares cargados de recuerdos e historias familiares.
Al momento de la visita, el tren ya no se detenía en Putagán. El edificio de la estación de cuatro habitaciones estaba dañado pero aún se conservaba y permanecía en pie. Parte del piso de madera fue retirado o en algunos casos simplemente se derrumbó. De la casa del jefe de estación solo quedaban los escombros y ladrillos esparcidos por el viejo andén. A Don Juan le gustaría que el edificio se recupere y se construya un hospital o un centro médico para la comunidad.