La estación Ñiquén está situada en la comuna del mismo nombre, cuya capital comunal es San Gregorio de Ñiquén. La comuna limita al norte con el Río Perquilauquén (Parral) y al sur con el Ñiquén (San Carlos), al oeste con Cauquenes y al este con San Fabián. Se destaca por la recolección de camarones de tierra y la realización de conmemoraciones o eventos asociados a la puesta en valor de este oficio, tales como el Festival del Camarón o la Competencia del Camarón, en los que se celebra con la comunidad y se premia al mejor extractor de camarones, respectivamente.
Adán Candia Soto toda su vida ha sido vecino de la estación Ñiquén. Considera que antes el tren era fundamental para el desarrollo de las pequeñas localidades, ya que era la única alternativa de transporte público que tenían para poder conectarse con el resto del país. Cuenta que todos los días se trasladaban muchos pasajeros y que en Ñiquén se cargaban los vagones con productos como cereales, animales, queso o mantequilla, los cuales eran enviados a Santiago para su comercialización. Sin embargo, con el pasar del tiempo y el desarrollo de otras alternativas de locomoción, la gente empezó a utilizar menos el tren y la detención en Ñiquén dejó de justificarse. Al principio, algunos trabajadores como movilizadores o cambiadores continuaron trabajando, pero luego se automatizó el funcionamiento del sistema de cruzamientos y dejaron de hacerlo.
Al momento de la visita, la estación estaba deteriorada pero el edificio principal y una bodega seguían en pie. Por otro lado, la antigua casa del jefe de estación estaba en buenas condiciones y era arrendada por una familia para vivir. A unos cien metros de la antigua estación, funcionaba la subestación eléctrica Cocharcas. Desde la perspectiva de Adán, sería bueno que el tren volviese a detenerse en Ñiquén en el verano, ya que hay mucha gente que lo requiere. Relata que hace un tiempo, incluso el alcalde estuvo reuniendo firmas para solicitar el restablecimiento de la detención, pero que no cree que la demanda llegue a buen puerto, porque los otros gremios del transporte presionarían para impedirlo.