El año 1957 en Millantú, gracias a la ayuda y el trabajo de una partera, llegó al mundo Juan Luarte Morales, hijo de Bernardino Luarte, quien se desempeñó gran parte de su vida como jefe de la estación de esta localidad. Según relata Juan, al igual que varios de los poblados cercanos, Millantú nació y se desarrolló a causa de la llegada del ferrocarril a fines del siglo XIX. Inicialmente, la estación se llamaba “San Miguel” debido al nombre del dueño del fundo donde se construyó, pero como se confundía con la estación San Miguel de Santiago, en 1919 fue renombrada como “Rarinco”. Sin embargo, el problema no se solucionó, porque ahora la confusión se producía con la estación Renaico. Finalmente, el 11 de marzo de 1942 y mediante decreto del Ministerio de Fomento, la estación pasó a llamarse “Millantú”, que en mapudungun significa “Sol de Oro”.
Para Juan, la estación junto a toda la historia que la rodea, son parte de su propia historia familiar. Recuerda que todas las mañanas iba a la estación con sus amigos, para comprarle revistas al vendedor que trabajaba en el tren que iba de Talcahuano a Valdivia. Señala que mucha gente del pueblo hacía lo mismo, que era un espacio de encuentro y socialización, y que el tren les permitía estar conectados con el desarrollo cultural y comercial del país. Ganado, granos y pipas de vino, eran los principales productos agrarios que Millantú producía y comercializaba a través del tren.
La estación dejó de funcionar para pasajeros alrededor de 1996. Por un periodo se reactivó y sirvió como punto de parada para el servicio regional Talcahuano – Renaico, pero luego éste se suspendió. Al momento de la visita, la vía principal seguía utilizándose para labores de carga por empresas papeleras, pero la estación ya no existía, fue desmantelada y a un costado se construyó una plaza con juegos, que estaba cercada con antiguas vías del tren. La antigua casa del Jefe de Estación seguía en pie y en ella vivía un ex funcionario ferroviario que ya se jubiló.
El sueño de Juan es que volviese a pasar un tren por Millantú, que permita el traslado de pasajeros y el desarrollo del comercio. De no ser esto posible, le gustaría que se construya un parque en los terrenos de la estación y que se ponga un memorial que la recuerde. Sea como sea, considera que es fundamental que las nuevas generaciones utilicen y revitalicen el espacio.